Historias reales

La parálisis del sueño, una sensación terrorífica

¿Qué es la parálisis del sueño?

La parálisis del sueño es un trastorno del sueño muy común producido durante la transición entre el sueño y la vigilia. Esto incluye los momentos antes de conciliar el sueño o al despertar. La persona que la sufre, despierta de manera brusca y teniendo plena consciencia de sus pensamientos pero totalmente paralizado físicamente. Tiene la sensación de sentirse atrapada en su propio cuerpo.

Síntomas de la parálisis del sueño

La persona puede abrir los ojos pero no es capaz de emitir sonido ni mover músculo alguno. Esto causa una enorme sensación de angustia y de temor por estar sufriendo un episodio de una enfermedad grave. Además, al encontrarse en un estado entre el sueño y la vigilia, la persona puede padecer alucinaciones auditivas y visuales que generalmente coinciden con una intensa sensación de presencia y de movimiento en torno a su cuerpo.

Causas de la parálisis del sueño

La parálisis del sueño se debe a una anormalidad, la inclusión de un estado de REM (movimiento ocular rápido) durante el estado de vigilia: estás despierto, pero con parte de tu cerebro todavía en el sueño. Durante la fase REM, el cerebro inhibe el movimiento de la mayoría de nuestros músculos para evitar que representemos los sueños y nos lesionemos de forma involuntaria, de ahí la parálisis corporal. Suele manifestarse en contadas ocasiones en individuos con plena salud mental pero sometidos a altos niveles de estrés y cansancio, que alcanzan la fase profunda del sueño con demasiada rapidez (antes de las primeras dos horas) y que acostumbran a dormir boca arriba. Descansar lo suficiente a menudo resuelve el problema.

Sensaciones durante una parálisis del sueño

Los ataques a menudo implican sensaciones de terror, ira y de muerte inminente, ya que las alucinaciones suelen ser de carácter siniestro y malévolo. Es recurrente la visión de un ser grotesco que se sienta sobre el pecho y oprime la respiración. No existe, sin embargo, riesgo para la vida en ningún sentido, ya que nada de lo que vemos y oímos (e incluso olemos) es real, y la parálisis cede a los pocos minutos, normalmente a causa de un vasto esfuerzo por incorporarse o del contacto con otra persona que acude alarmada. Una vez despiertos del todo, es aconsejable levantarse y moverse; de lo contrario, existe la posibilidad de volver a experimentar un estado de parálisis del sueño.

Esta cruel disfunción cerebral ocurre desde tiempos inmemoriales y probablemente sea la explicación a muchas de las experiencias paranormales que buena parte de la población asegura haber sufrido tras el ocaso.

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